Pese que el Gobierno pospuso la actualización de los impuestos específicos que estaban pactados para mayo y que finalmente sucederán en junio, los valores de la nafta y gasoil escalaron en el surtidor.

A pesar que el Poder Ejecutivo Nacional anunció que se postergará la fecha en la que tendrá efecto la suba al Impuesto a los Combustibles y al Dióxido de Carbono, las compañías petroleras dispusieron aumentar el precio de la nafta y el gasoil.

El incremento, del 4 por ciento promedio en todo el país, fue aplicado por todas las empresas.

El impuesto a los combustibles debería haber subido un 53 por ciento el 1 de mayo. Si la suba se hubiera trasladado plenamente al precio, la nafta súper debería aumentar 8 por ciento en CABA y un 7 por ciento en Córdoba.

La conclusión corresponde a un diagnóstico efectuado por el Instituto de Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), que sostiene que la cuarta etapa de la actualización arroja un incremento del impuesto de monto fijo de $70, que eleva el tributo desde $132 por litro a $202.

Considerando el valor de un litro de nafta súper, esta actualización del tributo (bajo el supuesto de traslado pleno) implicaría pasar de un valor de $966 a $1.036 en la ciudad de Córdoba, es decir, un incremento del 7,2 por ciento. En CABA, por su parte, pasaría de $837 a $907, es decir que se incrementaría un 8,3 por ciento.

Con la actualización de mayo, se hubiera terminado incorporando la inflación de 2023. Luego, a principios de julio, debería actualizarse de acuerdo a la inflación IPC del INDEC del primer trimestre de 2024, para de ahí en más seguir con ese esquema de actualización trimestral. Sin embargo, la medida oficial desactivó por el momento esa posibilidad.

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