Las recientes tormentas, cada vez más frecuentes como devastadoras, pusieron en alerta a regiones urbanas y rurales. Estos fenómenos, que causaron estragos en diversas zonas, resaltan un peligro latente relacionado con las operadoras cerradas o abandonadas.

Por la tormenta, una Estación de Servicio inactiva desde hace más de un año sufrió el derrumbe de su techo y otros daños estructurales

Por Redacción Surtidores

Tras la última tormenta de ayer, en el Gran Buenos Aires, una Estación de Servicio inactiva desde hace más de un año, sufrió el derrumbe de su techo y otros daños estructurales de consideración. Si bien no se reportaron heridos ni incidentes graves, la situación dejó en evidencia la fragilidad de estos establecimientos ante eventos climáticos extremos.

Este problema no es nuevo. Las crisis económicas de los últimos años han dejado un paisaje marcado por cientos de bocas de expendio de combustibles cerradas o abandonadas en diferentes provincias. A pesar de ello, estos lugares continúan siendo un foco de atención para autoridades y propietarios, especialmente ante la creciente intensidad de los eventos naturales.

En cuanto a la responsabilidad legal, Fabián Tobalo, abogado de la Federación de Entidades de Combustibles, destacó a surtidores.com.ar que los propietarios de estos negocios siguen siendo responsables por los daños que puedan causarse a terceros, incluso si el local está inactivo. “Esta responsabilidad recae además sobre el arrendatario, en el caso de tenerlo, según lo establecido por el Código Civil”, apuntó.

El letrado también señaló la importancia de contar con pólizas de seguro adecuadas para cubrir estos riesgos, ya que las cláusulas de indemnidad entre dueños y locatarios no son oponibles a terceros afectados por incidentes en estas instalaciones.

Por su parte, Marcelo Deve, experto en seguros, enfatizó que, incluso cuando una Estación de servicio está cerrada, sigue existiendo un riesgo físico que puede afectar a los demás. En este sentido, advirtió que argumentar casos fortuitos o fuerza mayor ante daños causados por fenómenos climáticos extremos puede ser inválido, dado el conocimiento previo de estas posibilidades.

Deve afirmó en ese contexto que “el punto de que la Estación de Servicio se encuentre cerrada puede afectar a algunos seguros, con lo cual siempre es conveniente que si la suspende la actividad comercial y se quiere mantener la cobertura, esta situación le sea informada al productor para que éste comunique a la compañía la situación”.

Aclaró que este consejo es pertinente dado que ocasionalmente hay cierres que son temporarios, otros donde concurre gente que está haciendo trabajos, o situaciones que pueden ser consideradas delitos en caso de no dar aviso.

Es fundamental tomar medidas preventivas adecuadas y contar con coberturas de seguro, más allá de la situación particular que deben ser apropiadas para mitigar estos riesgos y proteger la seguridad de todos los involucrados”, concluyó Deve.

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