El congelamiento de los combustibles establecido por el Gobierno sigue profundizando el malestar, la incertidumbre y las medidas desesperadas en el ámbito de la comercialización de naftas. El intento oficial por paralizar los precios, para de esa forma combatir la inflación, redundó en un escenario de faltantes de productos sobre todo en el interior de la Argentina, la vigencia de cupos para las estaciones de servicio, y los pedidos de nuevas subas para amortiguar de alguna forma el incremento constante de los costos operativos. A la par, ocurren situaciones de aumentos no oficiales en distintos puntos de Córdoba y la provincia de Buenos Aires.

Las entidades que integran a los empresarios del expendio señalan que, dado el contexto de inflación desatada, los precios en los surtidores deberían subir al menos un 40 por ciento para nivelar los números de las estaciones de servicio.

Recientemente, representantes de la Federación de Entidades de Combustibles (FEC) enviaron una nueva carta a Sergio Massa, actual ministro de Economía, exponiendo detalles del grave momento financiero que atraviesan los estacioneros.

«La situación es apremiante, dado que los valores de los combustibles en el mercado nacional no guardan ninguna correspondencia con el índice de precios al consumidor», indicó la organización vía una misiva firmada por Juan Carlos Basílico, titular de la entidad, y divulgada por el portal Surtidores.

«La política de precios subsidiados para los combustibles está poniendo en riesgo la estabilidad económica de este importante sector empresarial», agregó.

El retraso en las pizarras, advierten los estacioneros, golpeará fuerte el bolsillo de los automovilistas una vez que el Gobierno de por terminado el congelamiento. Precisamente se estima que las naftas pegarían un salto de al menos 35 por ciento en el último tramo de 2023. Esto, claro, una vez ya esté definido el escenario político post elecciones.

En el norte del país se registran faltantes cada semana.
En el norte del país ya se registran faltantes prácticamente cada semana.
Se intensificarían los faltantes
En organizaciones como CECHA, la confederación que nuclea a los expendedores, pronostican un escenario de faltantes que también se intensificaría en las próximas semanas.

«Hay una problemática de hace más de dos años. Las empresas petroleras abastecen poco y mal. Empiezan a dejar sin combustible a las estaciones de servicio. El gobierno nacional no libera los dólares suficientes para traer el combustible destilado al país», dijo al respecto Pedro Llorvandi, secretario de la entidad.

«Argentina hace 18 años que no se abastece de combustible propio. El 15 o 20 por ciento hay que traerlo del extranjero y el pago en el exterior no se está realizando», añadió.

«Hay colegas estacioneros que están recibiendo hasta un 30 por ciento menos. En el NOA hasta un 50 por ciento menos que hace un año atrás. Tuvimos tres reuniones con Flavia Royón. Ella entiende del tema pero no recibimos respuesta satisfactoria», completó.

El directivo advirtió que el combustible «va a desaparecer, vamos a entrar en un espiral de desabastecimiento importante». Según Llorvandi señaló que el repunte de la actividad del campo en el último trimestre del año acentuará los problemas de desabastecimiento que ya se señalan en buena parte del interior.

Naftas: subas que no se informan
A la par de estas advertencias, en distintos puntos de provincias como Córdoba y Buenos Aires vienen constatándose subas de combustibles que eluden el congelamiento impuesto por el oficialismo.

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