En un contexto donde las relaciones laborales enfrentan una profunda retracción, las expendedoras de combustibles emergen como un sector que mantiene su nivel de empleo, destacándose como un paradigma de adaptación al nuevo mercado laboral.
Mientras crece la informalidad, las Estaciones de Servicio sostienen el trabajo registrado
En las Estaciones de Servicio es frecuente ver empleados con muchos años de trayectoria
Por Redacción Surtidores
En momentos de profundas reformas en el sistema laboral, el sector estacionero ofrece certeza de la estabilidad y beneficios hacia los empleados que cumplen sus funciones de acuerdo a lo acordado en los convenios colectivos.
Este fenómeno posiciona a las Estaciones de Servicio como un paradigma de resiliencia y adaptación en el panorama de empleo actual, ofreciendo lecciones valiosas sobre cómo ciertos sectores pueden mantenerse firmes incluso en tiempos de incertidumbre económica.
El dato no es menor si se tiene en cuenta el último informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), que advierte que entre noviembre de 2023 y enero de 2025 se destruyeron 173.524 puestos asalariados registrados. Solo en el sector privado, la pérdida alcanzó los 124.010 empleos. En enero, la cifra se incrementó con una nueva baja de 8.842 puestos, afectando a ramas clave como Hoteles y Restaurantes (-3.561) y Servicios Comunitarios, Sociales y Personales (-2.623). A su vez, se profundiza el retroceso en la industria y la construcción, que pese a algunas alzas puntuales, siguen siendo los rubros más perjudicados desde la asunción del Gobierno de Javier Milei.
El sector energético gana protagonismo en la economía y en el empleo
Según un informe de la consultora Economía y Energía, el sector energético recuperó su participación en el PBI y muestra señales de dinamismo en el mercado laboral, especialmente en la extracción de petróleo y gas.
En ese escenario, el presidente de la Federación de Entidades de Combustibles, Juan Carlos Basílico, puso en palabras lo que las cifras no alcanzan a mostrar por sí solas: “Las Estaciones de Servicio no solo sostienen empleo, sino que siguen siendo espacios de arraigo y pertenencia, donde la relación entre empleadores y trabajadores tiene un alto componente humano y de compromiso mutuo”, aseguró en diálogo con surtidores.com.ar.
El directivo explicó que más allá de las tensiones que vive el sector en términos de rentabilidad, el despacho de combustibles continúa siendo una actividad esencial, con una demanda constante que exige atención las 24 horas del día, los 365 días del año. “Este carácter ininterrumpido obliga a mantener una dotación estable de personal. El cliente necesita ser atendido, y para eso hace falta un equipo comprometido y capacitado”, añadió.
El informe del CEPA también revela que, mientras crece el número de monotributistas (+38.714 desde diciembre), el trabajo asalariado formal pierde fuerza. Las bajas masivas de monotributistas sociales (más de 400.000 en dos meses) agravan aún más el panorama del empleo informal y precarizado. En cambio, el empleo en Estaciones de Servicio permanece firme, con mínima rotación de personal y sin registrar los despidos que golpean a otras actividades privadas.
A diferencia de otras ramas de la actividad económica, el empleo en Estaciones de Servicio se mantiene en niveles constantes
En un panorama donde la caída del nivel de ocupación en el sector privado industrial y comercial de Argentina resulta preocupante, las expendedoras de combustibles parecen haberse convertido en un refugio de estabilidad laboral.
Desde la entidad empresaria reconocieron que esta estabilidad también tiene que ver con la identidad del rubro. “Las estaciones suelen ser negocios familiares que atraviesan generaciones. Esa lógica genera vínculos más sólidos entre empleador y trabajador. Es común ver empleados con más de 20 años de trayectoria, lo que en otros sectores ya es casi impensado”, señaló el dirigente.
En términos estadísticos, la energía —categoría en la que se encuadran las bocas de expendio— representa apenas el 6,6 por ciento del total de trabajadores del país. Sin embargo, su valor simbólico como bastión de empleo genuino en tiempos de crisis cobra especial relevancia.
“Hay un aprendizaje que nos deja esta etapa crítica del país”, reflexionó Basílico. “En lugar de destruir empleo, deberíamos mirar qué sectores lo protegen, entender sus dinámicas, sus necesidades y replicar aquello que funciona. Las Estaciones de Servicio pueden ser una punta de lanza en ese camino”, sentenció.
